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HOMENAJE A
MOZART |
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SEVILLA. El cinco de diciembre de 1991
bajo una lluvia torrencial se celebraba el acto de inauguración del
monumento a Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), en el Paseo Colón,
en la fecha del bicentenario de la muerte de este músico.
La estatua, obra del escultor Rolando Campos fallecido hace unos
años, representa a Mozart en una inusual postura, sin ser tan
hier?tica como se acostumbra, con un violín y una partitura además
de una pluma en la mano, inclinado sobre una silla.
Trece años ha permanecido allí la escultura que en este tiempo ha
sufrido algunos avatares productos del gamberrismo urbano, que la
han coronado con botellas o latas y a la que además le han
sustraído la pluma y el violín, así como rallado parte de su
estructura. |
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Finalmente, y con objeto de restaurar la
estatua y decidir su posterior y definitiva instalación, el pasado
mes de julio el Ayuntamiento, en concreto la delegación de Vía
Urbana, desmontó el monumento.
Paralelamente en estos momentos se encuentra en avanzado proceso
de recuperación y restauración los hasta ahora cerrados Jardines de
la Caridad. Según el delegado de Vía Pública, Manuel Gómez Lobo,
aún no se sabe con certeza la fecha de apertura, pero sí que será
un jardín público cuyas verjas se cerrarán por la noche.
La recuperación de este jardín es determinante para la instalación
definitiva del monumento a Mozart. La titularidad del Jardín es de
la Diputación Provincial pero se ha cedido al Ayuntamiento, que
correrá con el cuidado del mismo para el uso de los
ciudadanos. |
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En el año 1991 la estatua de Mozart iba
a ser instalada en el mencionado jardín, pero por una discrepancia
de criterios entre el entonces presidente de la Diputación, Miguel
Angel Pino y el alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos, el
Ayuntamiento la instaló a última hora en la acera del río del Paseo
Colón. |
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El monumento a Mozart se encuentra
actualmente en su última fase de restauraci?n de la mano del
fundidor Manuel de Vicente. La estatua -ha declarado Gómez Lobo- se
instalará en un pedestal que hay junto a la rampa de acceso del
teatro de la Maestranza sobre un basamento de granito gris y un
poco más alta de lo que se encontraba en el Paseo Colón para evitar
su deterioro, pero debe estar ahí para disfrute de todos los
sevillanos, junto al teatro.
Pero la inauguración de la estatua de Mozart en 1991 estuvo
acompañada de otra serie de anécdotas, en este caso
musicales.
Precisamente ese mismo día, el 5 de diciembre del 91 tuvo lugar en
la Catedral de Sevilla una misa concierto concelebrada en la que la
entonces Sinfónica de Sevilla interpretó el Requiem de Mozart
acompañada del Coro del Principado de Asturias.
Unas nueve mil personas, algo impensable en la actualidad por
motivos de seguridad evidentes, asistieron a esta misa
concierto.
Se da además la circunstancia de que se celebraba esos días en
Sevilla una reunión preparatoria de la Exposición Universal del 92,
con la asistencia de numerosos presidentes de las diferentes
autonomías de España.
Así que encabezados por el presidente Chaves, estos presidentes
autonómicos también asistieron al Requiem de Mozart en la Catedral,
situados en los bancos dorados del siglo XVIII del Presbiterio
Bajo.
Y para cerrar el ciclo musical, se dió la circunstancia de que a
la misma hora en la Catedral de Viena se realizaba otra misa
similar en la que también se interpretaba el Requiem de
Mozart. |
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